miércoles, 15 de octubre de 2014

Escribir en clave engagement







                
Tener tanto que decir y no saber cómo empezar era el dilema. Cuenta los abuelos que en otros tiempos declarar el amor por carta era todo un arte. Letra manuscrita impecable, ni muy a la derecha ni muy a la izquierda, papel colorido y perfumado, adornos, dibujos, pétalos de rosa y posdatas llamativas formaban parte de los innumerables requisitos.

Todo iba bien hasta que se hacía indispensable explicar el motivo de la presente. El problema radicaba en la composición del primer párrafo, era complicado y me ponía nervioso afirma don Silverio, un ex trabajador ferroviario que conquistó a su compañera de vida con la belleza de sus escritos, hace más de 40 años ¿Por qué se le dificultaba la escritura, con tantos motivos para expresar su cariño?

Sabemos la respuesta y nos identificamos con ella. Recordemos cuando luego de escribir una frase y borrarla siete veces, nos dijimos a nosotros mismos “no se me ocurre nada”.  Escribir es colocarse en evidencia, una exposición necesaria cuya finalidad intrínseca es llegar al lector, sacudirle y provocarle reacciones movilizadoras. Si esto no sucede, más muerto está el que escribe que el que lee.

¿Para que servían las cartas de amor? Convencer al otro de ser su mejor opción y mostrarle una imagen favorable y cálida a través de las palabras era grandioso, sin embargo, existía un propósito mayor: que el simple gusto se convirtiera en compromiso.


Lo mismo que ocurre con los escritos de amor sucede con el estilo que aplicamos en la redacción digital. Veamos por qué.

Escribir para personas y no para robots








La tecnología por sí sola no reemplaza ni cubre por completo nuestra necesidad humana de estrechar lazos  y comunicarnos.  Generar engagemet o compromiso no es simple, los datos y los indicadores de medición tampoco son suficientes. La clave está en la personalización y la cercanía.

Un artículo de puromaketing señala que el cliente exige un trato personalizado, desea  que la empresa considere sus intereses y se preocupe por él. “El cliente no es un individuo que consume, es una persona”.

Escribir para las personas cosiste en enamorarlas. Al respecto, Brian Clark recomienda:
  • Redactar la idea principal de distinta manera y repetirla.
  • Exponer razones desde la empatía.
  • Escribir contenido consistente.
  • Citar testimonios y referencias externas.
  • Preguntar, consultar, escuchar.
  • Invitar a formar parte.
  • Contar historias cercanas que causen interés.
  • Escribir para impulsar una acción.
  • Motivar y recompensar a largo plazo.
  • Escribir con creatividad y abrir espacios lúdicos.


No es sólo marketing



Anahilarski.com


Si el fin de la escritura engagement es promover compromisos entre las personas y no entre robots, el cuidado de las formas (ortografía, estilo y contenidos) debería acompañar el cuidado integral en la gestión del servicio. No es conveniente decir una cosa y hacer otra.

Una estrategia global que soporte el contenido engagement es imprescindible. Creatiabusiness aconseja lo siguiente:

  • Construir relaciones dentro y fuera de la red.
  • Identificar una red de contactos y clientes satisfechos.
  • Mantener una tención personalizada, oportuna y de calidad.

La ética, la vocación, la trasparencia y la responsabilidad son valores que fortalecen el engagement. No depende únicamente del marketing.


Una elocuente carta amorosa equivale a un buen escrito digital. De todas formas, la palabra tiene mucho poder. 


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